jueves, 11 de abril de 2013

Rota V



Muchas han sido las veces que hemos deseado que alguien importante regresara a nosotros, aún sabiendo que fuera imposible. Mas no tenemos remedio alguno que aferrarnos a una esperanza inútil. ¿Qué le vamos a hacer? Así es éste mundo.

-Juni...

¿Quién es? Mis ojos me hacen ver un lugar completamente oscuro, sin nadie, sin nada. ¿Dónde estoy? Bajo la mirada hacia el suelo, notando cómo el agua está llegándome hasta mis tobillos. Espera... ¿Agua? Alzo la mirada, y veo cómo toda esa oscuridad se va desvaneciendo para acabar transformándose en una playa.

-Es... Ésto es...-lo reconozco, fue donde todo empezó, y acabó al mismo tiempo.

-Juni...

Volteo la cabeza, allí estás... Mis ojos no muestran furia, no muestran odio. ¿Cariño tal vez? ¿O puede que sea añoranza? Bajo la mirada hacia la arena en silencio, mientras tú estás de pie, contemplando el mar.

-Aquí fue donde nos separamos.

Mi barbilla comienza a temblar, sí, tienes razón, fue aquí. 

-Todavía me pregunto por qué acabaste con aquello.

-Tal vez fuera por que no veía nada en ti.-Tu respuesta me mata por dentro, y mis lágrimas ya no se pueden retener más.-Parece que tus amigos te quieren.

¿Amigos? En mi mente se reflejan de nuevo las imágenes de Ayla y Ángel.

-Te echo de menos...-digo notando cómo las lágrimas empiezan a caerse entre la arena.

-Y ellos a ti, yo sólo soy una ilusión de lo que tu mente desea.

-Quiero que... vuelvas a ser el de antes.

-¡JUNI!

Abro los ojos de repente, ¿dónde estoy? ¿Qué ha pasado?

-Menos mal, oh joder, menos mal.-Muevo mi mirada para toparme con aquellos ojos azules inconfundibles de Ángel.-Menos mal que has despertado nena.

-¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado?-pregunto confundida, mirando a mi alrededor, encontrándome en una cama blanca como la nieve, y en una habitación del mismo color, con un par de sillas.

-Te encontramos debajo del precipicio, habías perdido mucha sangre. ¿No te acuerdas de la explosión del coche patrulla?

Mi mente empieza a recordar la experiencia en cuestión de segundos. Sí, me acuerdo. Pero, ¿qué hacías tú en aquella pequeña playa? ¿Cuándo había llegado yo al hospital?

-Va nena, deja de llorar, ¿vale?-dice Ángel acariciándome la mejilla, y es cuando me percato de que tengo la almohada mojada de lágrimas. Ahora lo entiendo, era un sueño... tan sólo un sueño. 

Mi expresión cambia de confusión a tristeza en cuestión de segundos. No puedo creerme que realmente todavía siento esto por ti, después de lo que acaba de ocurrir y todo. Alzo mis dos manos, colocando los antebrazos entre mis ojos.

Todos aquellos recuerdos regresan a mí como en un álbum de fotos. Todas las llamadas que me hacías, todas las risas que compartíamos, todos los besos que deseaba darte a lo largo de nuestra vida, todo...

Mis lágrimas salen sin control alguno, echo tanto de menos nuestros momentos, tanto. ¿Por qué no puede ser todo como antes? ¿Por qué no...? Mis sollozos se hacen notar en la habitación del sofá. Me odio, soy tan estúpida.

-Juni, tranquila, estoy aquí, shhh...-noto cómo las manos de Ángel acarician mi delicado pelo-Deja ya de llorar, sabes que estoy aquí, y Ayla también. Ssshhh... No pasa nada...

-Ángel...-susurro separando mis manos, sin dejar de llorar, y acabo abrazándolo sin conseguir contenerme-Lo echo tanto de menos... ¿Por qué no consigo olvidarle? ¿Por qué me cuesta tanto olvidar todo lo que pasamos juntos?

-Sshhh, es normal, es normal pequeña-susurra sin dejar de acariciar mi pelo a la vez que me mece suavemente, dándome suaves palmadas en la espalda con delicadeza y cariño-Todavía no lo has superado.

Aprieto su ropa con fuerza, sólo quiero que esto acabe, sólo quiero olvidarte y olvidar todo por lo que pasamos, regresar al pasado y cambiarlo todo, en el momento en que nos conocimos, para que no nos conociéramos nunca jamás.

Mi cuerpo comienza a temblar sin control alguno, estoy ardiente de deseos de volver a verte, pero a la vez de eliminar todo esto.

-Sshhh, Juni, tranquila pequeña, tranquila, ya pasó, ya pasó.

Las palabras de Ángel consiguen calmarme poco a poco, hasta que me recupero del todo y me separo, notando escozor a mi alrededor.

-Túmbate, necesitas descansar todavía, las heridas no se te han curado.

Asiento con la cabeza y me tumbo con su ayuda en la cama para acabar preguntando:

-¿Cuánto tiempo llevo inconsciente?

-Dos semanas y media, estuviste en coma, una semana en estado vegetativo por la enorme cantidad de sangre que habías perdido. Ayla estaba como loca pensando que no te recuperarías. Te partiste una pierna que el médico le hizo preguntar cómo cojones pudiste andar con eso tan mal.

Suspiro, tal vez fuera porque mi vínculo más fuerte son ellos dos, mis únicos amigos, y mi única familia.

-¿Dónde está Ayla?-pregunto finalmente mirándole a los ojos.

-Son las tres de la madrugada nena, y nos íbamos turnando para quedarnos a dormir. Me tocaba a mí quedarme aquí. Pero tranquila, ahora la llamo y le doy la buena noticia.

Veo cómo rebusca su bolsillo y saca su teléfono, aunque alzo una mano y susurro:

-Déjala, estará cansada. Ya vendrá mañana.-respondo finalmente con una sonrisa, notando cómo mis ojos empiezan a hacerse pesados por el sueño.

-Como quieras peque-responde finalmente después de unos segundos de silencio, para finalmente besar mi frente al notar cómo el cansancio se apodera de mí y poco a poco voy durmiéndome, antes escuchándole de nuevo-Que descanses nena.

Sonrío, me encanta que me hable así, es el que mejor me ha tratado durante estos años. Incluso después de haberme separado de él por ti, me perdonó y volvió conmigo.



Tras despertar, veo a la muchacha de pelo oscuro y corto contemplarme con una enorme sonrisa en sus labios.

-¿Ayla?

-¡Juni! ¡Menos mal! ¡Me tenías muy preocupada!

Me abraza animada, casi al borde de las lágrimas. La miro, viendo que realmente se ha preocupado por mí. Mi mente en ese instante se mantiene en blanco, fija en mis pensamientos. Recuerdo el sueño de anoche, mi actuación fue absolutamente estúpida, aunque Ángel me comprendió hasta el último momento. No sé si se lo habrá dicho a Ayla... Pero parece que no por el momento. 

Ahora es cuando me doy cuenta de quiénes son realmente los que se merecen todo mi cariño: ellos dos, por ser quienes han estado conmigo en los peores momentos y en los mejores. Sin duda, puede que el destino me lleve a algo mejor después de haberme traicionado de nuevo.

-¿Juni? ¿Estás bien?

Sacudo mi cabeza tras escuchar las llamadas de Ayla, mirándola a los ojos.

-Sí, perdona, estaba...-me mantengo en silencio unos segundos, volteando la mirada alrededor de la habitación, viendo a Ángel de brazos cruzados apoyado en la pared-Pensando en algo.

Ángel me observa, regalándome una de sus sonrisas antes de acercarse a mí y acariciar mi pelo, despeinándome casi para acabar diciendo:

-Ésta es mi pequeña.

Sin duda, se hacía notar, Ángel me quería como a su hermana menor, y yo a él como a mi hermano mayor, aunque tan sólo nos lleváramos un par de años. Ayla es la menor, pero es la mejor de las amigas que una puede tener, así que no me quejo de mi fortuna.



Transcurrido un mes, me dan el alta en el hospital, tiempo por el que he podido recapacitar en todo y he podido calmar mis pensamientos hacia ti. Ahora vuelvo a ser la misma Juni que te vio en el bar, pero mucho mejor, más segura de mi misma.

-¿Qué harás?-pregunta Ángel contemplándome con una sonrisa.

-Lo primero, volver a casa-respondo para acabar con un breve silencio-Y después de estar con mis dos mejores amigos voy a reclamar mi venganza.

Una sonrisa maquiavélica se hace mostrar en mis labios. Ésta vez estás acabado, tú y tu estúpida vida.

-Para empezar-prosigo-necesito un disfraz.

-¿Un disfraz?-pregunta Ángel alzando una ceja con tono de incomprensión.

-¿Para qué?-termina finalmente Ayla.

-Para empezar con lo que he estado pensando durante todo éste estúpido mes, y vosotros me vais a ayudar.

Mi sonrisa se hace cada vez más sádica, sé que tendré el apoyo de esos dos, así que es hora de empezar y acabar esto de una vez por todas...

Continuará...

No he estado de buen humor estos días, no lo he estado pasando bien por lo que he estado recordando, pero menos mal he llegado a superarlo, tal vez por eso éste capítulo sea tan aburrido (al menos para mí), no estaba demasiado inspirada, pero tampoco quería retrasar el capítulo demasiado. Si os gusta, mejor, si no, ya el capítulo siguiente os encantará ;) Un beso.

6 comentarios:

  1. Hola, aun no lo he leido porque acabo de ver que ya habías escrito esta parte en mi escritorio de blogger y son la 1 de la noche, me voy a dormir, ¿como me podria enterar antes de nuevas entradas?¿tengo que suscribirme o algo?, mañana lunes lo leeré, tengo muchas ganas de saber como continua :D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sinceramente, no sé si tienes que suscribirte para recibir las nuevas entradas, o simplemente agregarme al google+, pero bueno, gracias x el comen de antes d haberlo leído XD

      Eliminar
  2. Bien, ya lo he leído, a estado bien pero me ha dejado con muchas ganas de más porque se han llevado todo el capítulo en el hospital y el capítulo se me ha hecho largo... por cierto, me gusta que pongas imágenes en cada cap. son imagenes un poco tristes y oscuras pero en el fondo todos estamos así. Y tienes mucha razón con lo que dices en el primer párrafo. Yo me esperaba que detenieran de nuevo a Juni pero ya veremos que pas en el próximo capitulo, hasta la próxima! ;)

    ResponderEliminar
  3. Ya, y a mí también, no me ha gustado este cap, pero como dije al final no estaba de humor. Aún así te aseguro que el próximo capítulo sin duda te va a encantar, lo compensaré ;) y gracias por tu comen cielo! un besote ;)

    ResponderEliminar